Tomar la decisión de emprender es aceptar un nuevo estilo de vida. Un emprendedor es una persona que toma la iniciativa de crear su propio negocio, basándose en sus ideas, su imaginación y su creatividad y asume un riesgo de invertir en su empresa, motivado por su deseo incesante por crear y crecer.
Todos los emprendedores tienen unas ciertas actitudes en común, necesarias para mantenerse al frente de su negocio en los mejores y peores momentos. El motor de los emprendedores es la actitud emprendedora, tanto a los que quieren iniciarse a descubrir este mundo como los que ya forman parte de él y crean y proponen nuevas ideas cada día. La actitud emprendedora te diferencia del resto de las personas: una actitud positiva, una manera de pensar y actuar ante las situaciones, creatividad y consciencia de los retos y compromisos que debes asumir, y lo más importante, que nada te frene.
Estas actitudes se pueden desarrollar, impulsadas por el deseo de crear tu propio negocio, y gracias a tu talento y la energía positiva alcanzar el éxito:
- Lo más importante que debes tener es actitud positiva. Es una actitud que debes conservar durante toda tu vida. Para crecer has de mantener un nivel alto de optimismo y ambiciones, siempre desde una visión de la realidad. La actitud positiva te ayuda a mantenerse fuerte en los momentos más complicado o más decisivos, ver el lado bueno de las cosas y del esfuerzo te ayudará a no tirar la toalla. La clave del éxito de tu negocio está dentro de ti.
- Ambición y ganas de avanzar. Una actitud conformista no es tu aliada. Si quieres llegar más lejos no debes conformarte ni acomodarte. Por eso es muy recomendable establecer tus propias metas en periodos, para no olvidarte de perseguir tus objetivos y mantener siempre la ilusión de emprender.
- Mentalidad abierta al cambio. Una actitud muy importante antes de afrontar un proyecto es ser consciente de que en ocasiones, es posible que te equivoques, no pasa nada, no serás la primera persona a la que le sucede. Quizás tu proyecto está mal enfocado en la práctica pero tu idea es muy buena y por otro camino puedes salvarla. Mantente siempre abierto al cambio.
- Cuidar a tu equipo. Necesitas un equipo en el que confiar y que esté cualificado para las tareas que vayan a desempeñar. No puedes abarcar todos los ámbitos, por eso, contar con expertos en las materias es imprescindible. Cuida a tu equipo y haz que se sientan cómodos trabajando contigo. Cuando tu equipo se siente parte importante de la empresa dará todo de sí para crecer y llegar más lejos.
- Ganas y entusiasmo por aprender. Por el camino te cruzarás muchos conceptos nuevos, las formas de hacer negocio cambian a pasos agigantados, por eso, siempre tendrás que estar en constante formación. Nunca puedes decir que sabes suficiente; amplia tus conocimientos en diversas áreas y podrás aportar más a tu equipo y tener conocimientos para decidir que estrategias funcionan.
- Constancia y paciencia. Para llegar a las metas que te propones en tu plan, hay que comenzar con pequeños pasos que muchas veces te resultarán frustrantes, por eso, debes mantener un ritmo constante y mucha paciencia. Hay que seguir adelante en los momentos en que las cosas no avanzan tan rápido. Una cualidad que no puede faltar en un emprendedor.
Desde StartUp Alcobendas ayudamos a todos los emprendedores a que estas actitudes se conviertan en pasos firmes y decididos para sacar adelante su idea y su proyecto tome el impulso que necesita. De la mano de nuestros mentores y profesores conseguimos que todos los emprendedores adquieran las competencias necesarias para que ellos mismos puedan desarrollar los aspectos más importantes de su negocio y puedan formar el equipo necesario para seguir creciendo.